30 de octubre de 2011

Rutas en moto #4: Portomarín III Parte

Y al final... fuimos a Ponte Mourulle


Porque las imágenes que encontramos esta semana sobre el embalse de Belesar (de la ruta #4) son increibles, y claro, nos pudo la curiosidad... que le vamos a hacer, por algo somos bohemios de profesión.


Pues eso, que fuimos, vimos y nos quedamos maravillados del paisaje, de los secretos que esconde el Miño, de la comida del Restaurante Anduriña (Taboada), de las carreteras llenas de curvas...  y de los paisanos que sueltan sapos y culebras por la boca sobre Fenosa y la deep utation de Lugo, cuando le preguntas por el embalse de Belesar: "fixeron o que lles dou a ghana... era a lei do Generalísimo... viñeron, desfixeron todo e lucráronse botando á xentiña fora das casas..." dijo uno mientras renegaba de Dios con un sonoro escupitajo...


Salimos sobre las 12 de la mañana de Cuntis, depósitos a tope y pertrechados para el frio de las mañanas de otoño. La primera parada en Chantada, un cafecito para desentumecer los cuerpos dormidos por el frio y tira millas. Segunda parada en el embalse de Belesar... 360 metros de auga, desde el fondo del vaso hasta su cota más alta... aquí os dejo un collage rapidito:
El embalse es una obra espectacular... de echo, en su momento fue el más importante de Europa, sus medidas son apabullantes. 
Encontramos una pequeña pista particular que nos llevó por la ribera del Miño a lo largo de 2 kilómetros... y quedamos asombrados con el paisaje: hace 50 años que las casetas de los viticultores (e incluso aldeas enteras) quedaron bajo las aguas del río, aún así, algunas de ellas conservan las vigas de madera e incluso las tejas. 


3 y media de la tarde, no teníamos ni hambre... y nos encontramos con el tesoro de Ponte Fortes al cruzar Ponte Mourulle (ou a Ponte dos parafusos)


Desde a Ponte dos Parafusos (una de las últimas obras de Torroja) se puede contemplar el milagro de Ponte Fortes... uno de los primeros puentes de hormigón de Galicia y que por primera vez en 50 años, se ha dejado ver de nuevo. El lodo se ha adueñado de su estructura y de la antigua carretera que unía Taboada y O Saviñao... pero tambien ha servido para manternerlos impertérritos al paso del tiempo. 


Despues de estas vistas y de parloteo vario sobre el lugar, las carreteras y las motos... nos entró el hambre. 
Recomendación Personal: me da igual si tienes moto o no... Restaurante Anduriña, Taboada,  Lugo. 
Pochas a la riojana y pimientos rellenos... sin palabras... 

Pedazo ruta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario